Actualmente, hay mucha información que circula sobre los NFTs; unas positivas, otras negativas, algunas justificadas y otras basadas en desinformación y malos entendidos. 

Todo esto se debe principalmente a la complejidad del sector, provocando un gran estigma en torno al tema en su conjunto. 

En este post ponemos en evidencia los 6 mentiras sobre NFT. ¡Acompáñanos y en este post, los desmontamos!

#1 «Los NFT no tienen utilidad»

Haciendo un resumen de nuestro anterior post, los NFT o Tokens No Fungibles son activos digitales únicos que poseen y registran la propiedad o activos a través de cadenas de bloques como la de Ethereum. 

Los NFTs no son solo arte digital en forma de imágenes, pueden adoptar la forma de música, podcasts, películas, es decir, cualquier cosa que pueda ser tokenizada. 

Sin embargo, hay vida más allá del coleccionismo: moda virtual, activos del mundo real como podrían ser inmuebles, tickets para eventos, etc. 

Que los NFTs sean útiles o no, no es tanto un mito, si no una idea errónea de que esta tecnología debe ser útil para que todo el mundo justifique su existencia, cuando realmente, su justificación viene de las propiedades que tienen estos activos digitales y la utilidad que le dan los propios usuarios. 

Quizás para una persona, un ticket exclusivo NFT para ir al festival Coachella de por vida no le parezca útil o interesante… pero si que quiera comprar un NFT para un videojuego de play-to-earn, porque la sangre de gamer corre por sus venas.

#2 «Crear NFT es perjudicial para el medio ambiente»

Al igual que sucede con otros bienes físicos, no contamina el producto, sino el proceso para llegar a él. En este sentido, sí que podemos hablar de la tecnología Blockchain como un proceso. Un proceso como el minado de criptomonedas que requiere un intensivo consumo de energía. 

El comercio de NFTs y la minería constante consumen mucha energía, además de que la mayoría de las transacciones de NFTs, se realizan en la red de Ethereum, que era una red bastante contaminante. 

Sin embargo, novedades como la última actualización llamada The Merge (La Fusión) ha cambiado su consenso de trabajo de Proof-of-Work (PoW) a Proof-of-Stake (PoS), consiguiendo reducir un 0,2% de las emisiones de CO2 totales del planeta.

Ethereum Merge 2.0

Tezos o Cardano, por ejemplo, ya utilizaban el proof-of-stake para procesar sus transacciones, lo que hacía que se utilizase mucha menos energía. 

Por su parte, Polygon anunció su conversión a una Blockchain verde, con el objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono. A través de su Manifiesto Verde, publicado en Abril de 2022 , se han comprometido a crear soluciones para la retirada de créditos de carbono en la cadena de bloques. 

La industria es consciente del impacto medioambiental que genera, y ha tomado medidas considerables para reducir las emisiones. De hecho, varias empresas del sector han realizado traslados a países donde pueden hacer uso de energías renovables de manera más optimizada. 

#3 «Los NFT son fáciles de copiar y de robar»

Existe una idea errónea de que los NFTs se pueden copiar fácilmente porque son activos digitales que se pueden buscar en Internet. 

Los NFTs se componen de metadatos que rigen la propiedad general de los mismos y que funcionan en la Blockchain. Por ende, no hay una forma real para robar el NFT (salvo que te hackeen la wallet). 

Las cadenas de bloques funcionan como libros de contabilidad, es decir, es una información consolidada e inamovible. No se puede cambiar ni reescribir. Esto significa que para cada compra de NFT existe una información precisa y permanente. 

Además, la Blockchain mantiene un registro detallado de sus propietarios y su autor original.

Por tanto, es fácil tomar una foto o screenshot de un NFT y decir que es original, pero es tan fácil como comprobar en la base de datos para ver si es falsa. 

#4 «Los NFT son una estafa»

Desde luego, hay muchos NFTs que lo son, lo que subraya la necesidad de realizar una investigación sobre: en qué se está invirtiendo, quién es el creador, quién pone el activo a la venta o lo adquiere, etc.

La clave es entender la validez del proyecto, informarse. Sin embargo, el público objetivo de los NFTs aún es muy emergente, por lo que la mayoría son personas jóvenes que llegan al sector por el hype,  como ha sucedido desde que existe la sociedad de consumo, por un motivo aspiracional, de querer ser como nuestros famosos, nuestros raperos, artistas, gamers, youtubers, o nuevos millonarios nacidos en el universo crypto, o por una expectativa de ganancia fácil y rápida con su compra-venta. 

Las estafas nunca fueron exclusivas de los NFTs, como comenta el experto en finanzas Josh Gilbert. “…las vemos en la mayoría de ámbitos en los servicios financieros, y en muchas otras partes de la vida. Desgraciadamente, siempre habrá personas que busquen aprovecharse de las nuevas tendencias y nuevas tecnologías emergentes…”. 

La posibilidad de ser estafados, sea en el mercado del arte, en las finanzas, y también con los NFT siempre han estado ahí desde que el capitalismo (y la Humanidad) son tales. 

Nada más lejos de la realidad, el auge en los precios de los activos crypto ha atraído a cientos de empresas, inversores grandes y pequeños, pero también estafadores, como lo ha hecho cualquier sector en auge en la historia reciente. 

Si generalizamos sobre los NFTs como una estafa piramidal, tal vez deberíamos pensar en hacerlo con la vivienda, en la crisis subprime de 2008, o las participaciones preferentes, en la salida a bolsa de una de las entidades financieras españolas más grandes, en 2011.

#5 «Los NFT son un entorno completamente seguro»

Sí y no. Aunque la propiedad y originalidad está asegurada en el propio activo, por su propia naturaleza, aunque sea prácticamente imposible atacar las redes en las que se basa, al estar descentralizadas, cuando uno de estos ataques acaba teniendo éxito, tomar acciones legales para recuperar lo que se nos ha robado es infinitamente más complicado. 

En un mundo tan cambiante como este, no podemos hablar de certezas absolutas.

Cualquiera puede tokenizar una obra de arte, una fotografía, una ilustración o un vídeo. Pero ¿es esa persona realmente el autor?

¿Lo es el millonario mexicano que compró el dibujo “Fantasmones siniestros”, de Frida Kahlo para tokenizarlo, destruir el físico original y subastar los 10.000 NFTs que salieron del proceso?.

Si eres tú el artista, en el caso de que se denuncie que el autor original no es este rico propietario ¿Quién asumiría responsabilidades penales por robar y especular con tu creación?.

#6 «NFT son una fuente de riqueza rápida»

El crecimiento exponencial de los rendimientos de los NFTs en el último año ha hecho pensar que cualquier activo digital puede ser una inversión con rendimientos altos en un período corto de tiempo, pero esta visión es meramente especulativa

En este momento, este es un sistema que ofrece a los artistas la oportunidad de ganar dinero a través de vender la propiedad de su obra.

Por ejemplo, la obra “Quantum”, de Kevin McCoy, el primer NFT conocido de la historia, tiene un valor de 160 mil dólares.

Sin embargo, como hemos mencionado anteriormente, no todos los NFT son obras de arte, aunque todos ellos, llegado el momento, pueden llegar a tener uso y aplicación, si, por ejemplo, solo los poseedores de los 10.000 NFTs de “Fantasmones Siniestros” pueden acceder a un metaverso inspirado en Frida Kahlo. O pujar de forma preferente por más originales de la universal y eterna artista mexicana. 

Es totalmente normal, que cualquier artista con un PC y una tableta gráfica creyera que también podía hacerse rico. O que un inversor que comienza a dar sus pasos en este mundo pudiera creer que a golpe de comprar y vender podría llegar a hacerlo. 

Unos y otros, en busca de riqueza inmediata han hecho crecer una especie de burbuja, confiando en un incremento en el valor sostenido y a largo plazo en el tiempo. 

Al final, todo acabará dependiendo de cuánto tiempo dure la creencia, tanto de inversores como de artistas y desarrolladores, de que estos activos podrán seguir escribiendo el futuro.